Mi primer nativo neoyorquino

En mi Facultad tenemos unos intercambios de verano con una universidad (y su hospital) muy famosa de Nueva York. Es algo que al Decano lo llena de orgullo y satisfacción, y que la asociación de la que he sido presidenta este año (y sigo siendo..glups) se encarga de gestionar (buscar alojamiento y tutores a los que vienen, realizar los trámites burocráticos de los que se van...esas cosas. Es similar al resto de intercambios de IFMSA como el que yo realicé y de los que os he hablado alguna vez, pero ajeno a la Federación)

Bueno, el caso es que el sábado pasado llegaba una chica de Nueva York y como la fecha me venía bastante bien (y no lo vamos a negar, me hacía ilusión conocer a alguien que viviera por allí xD) me encargué de ser su persona de contacto.
Estaba más nerviosa mientras la esperaba...¿Cómo se saludarán allí? ¿Será demasiado formal darle la mano? ¿Será demasiado invasor de espacio darle dos besos? ¿Le entenderé o tendré que usar idioma de señas?
Cuando llegó, entre el ruido de la estación y el bloqueo inicial me saludó muy ufana y yo la miré fijamente, dije Hi y usé mi mejor sonrisa. Sí, como él.No entendía un carajo.
Ya sin ruido me di cuenta de que salvo alguna palabra suelta, la entendía bastante bien, cosa que me hizo mucha ilusión.
¿Pero sabéis que es lo que más ilusión me hizo?
Me trajo un regalo.
Nunca, en 3 años que llevo siendo persona de contacto nadie me había hecho un regalo. Es más, a veces les ha faltado poco para escupirme.

Quizá no sea muy bonita...pero es la primera cosa de NYC que tengo. He guardado hasta la bolsa en la que venía...tontica que es una. No me atrevo a usarla por si se estropea, así que la tengo de decoración, viendo el Chrysler Building a casi todas horas.

Mañana acabo los exámenes. No me hago a la idea, ¡si aún paso muchísimo frío por la noche! Pero oye, aunque toque estudiar en verano (espero que la de mañana no caiga), lo prefiero porque voy mucho más tranquila.