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jueves, 27 de enero de 2011

Esas pequeñas motivaciones...

No me encuentro bien /debeserunvirus/ aunque curiosamente, esta vez no he llegado agotada al último examen, supongo que a la fuerza acabas acostumbrándote a las maratones.
Pero con dolor de cabeza y muscular es complicado plantarte delante de los apuntes y estudiar. Aunque te guste la asignatura, se convierte en algo bastante tedioso, sobre todo cuando hay cosas más interesantes que hacer (anda mira! una mota de polvo!)

Y entonces llega el tema de hipoacusias y el esquemita de un audífono.
Y de repente te acuerdas de aquella chica que no oía apenas nada (aunque insistiera en que sí, que lo que le pasaba es que no prestaba atención). Una niña-mujer, que robaba el rimmel a su madre y se le corría al llorar durante la exploración.
Perfecta imagen de la adolescencia, de ese asqueroso momento en el que no eres ni una cosa ni otra.
Aunque llevaba tiempo evitándolo, mi tutora le recomendó ponerse un audífono, porque ese déficit auditivo ya era considerable y le estaba influyendo negativamente en los estudios y posiblemente en sus relaciones con los demás.
Y ella no quería, lloraba y se negaba a llevar colocado "un cable y ese aparato".

Mientras mi tutora le explicaba a su madre el procedimiento para solicitar la ayuda y demás, la chica me empezó a preguntar cosas (estaba en un lateral de la mesa, más cerca de ella, y no le saco ni 10 años, imagino que se sintió más cómoda)
Le expliqué que eso a lo que tenía miedo era un implante coclear y era distinto a lo que le había recetado. Que lo que le colocarían era bastante pequeño y no muy distinto a unos cascos. Que lo que iba dentro del oído no se veía, y si al principio le preocupaba la parte que va detrás de la oreja, seguramente el pelo se lo tapase. Que no podía electrocutarse, porque para ducharse se lo quitaría. Y que por supuesto, no le harían agujeros en el craneo.

Se quedó mucho más tranquila (y yo acojonada por si la médica me echase la bronca, acostumbrada a "ver-oír-callar" por sistema en las prácticas...cosa que no pasó) y me prometió que iría a probárselo.

Y por primera vez desde que soy un mueble hospitalario me sentí verdaderamente útil y un poquito más cerca de eso que llamar ser médico.

13 comentarios:

  1. Nebu, que me he liado :( ¿Qué era lo que le recomendaban, un audífono o un implante coclear?

    Por cierto, a partir de los 16-18 años ya puede llevar audífonos intracanales, que no se ven apenas por fuera, sobre todo si llevas el pelo suelto :)

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  2. Le recomendaban audífono, pero la chica pensaba que era un implante coclear (por lo que me decía,q ue le iban a agujerear la cabeza y meterle cables y tal..estaba confundida y asustada :( )

    Tenía 13, aún no podía llevar el intracanal..pero aún así que se viera le preocupaba, pero no lo que más..

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  3. Maravillosa tu actitud en ese momento y tu respuesta...No tengo duda Nebu Vas a ser una médica estupenda. Un besote

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  4. Ajam, ya me aclaro. Menos mal que actuaste tú de esa manera, es muy difícil a cualquier edad asumir que se va a llevar un audífono, porque no se ve como llevar gafas y hay que tener el tacto y la suavidad que tuviste, explicándole todo lo necesario.
    Cuando la chica empiece a oír mejor y vea que se disimula bien con el pelo suelto, lo pasará en grande y ganará en calidad de vida. Y en pocos años, el intracanal, eso sí que es comodidad :D

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  5. :)

    Qué gusto cuando uno está asustado encontrarse a alguien como tú al otro lado, de verdad te lo digo.

    Y me has hecho llorar (debo estar especialmente sensible hoy).

    Por cierto, te leo habitualmente, aunque no haga comentarios :)

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  6. me alegro un monton de que le ayudases, a veces algo como lo que has hecho tu puede cambiar la vida de alguien... chica! diez minipuntos... y sobretodo, que no te digan que ver, oir y callar... estudia, aprovecha todo lo que puedas.. para que puedes ver observar, escuchar y dialogar!!
    felicidades!!

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  7. Que bonito :) y toda una suerte que te dejen decir algo en las prácticas. Solemos ser un florero al lado del médico que sonrie cuando entra algún paciente.

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  8. Cosas así deben ser las que te motiven más aún y te den fuerzas para seguir adelante, por muy mal que te encuentres... Mucho ánimo!!!! ;)
    Besazos!!

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  9. Entonces la experiencia debió ser realmente buena. ¡Me alegro!.

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  10. Como bien dices esas pequeñas motivaciones .... nos hacen hacernos más grandes por dentro!!!!!

    Besotes

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  11. Que guay esa sensación de poderes ayudar a alguién,verdad?

    Besitos

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  12. Me ha gustado mucho imaginarme la escena, de tal forma que me he sentido tan bien como tú (o como creo te habrás sentido en aquel momento). Qué sensación más bonita :)

    Un beso

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