:D

Empiezan mis verdaderas vacaciones, esas en las que, para bien o para mal, ya no hay que estudiar. Y no están mal. Una escapada por aquí. Otra por allá. Disfrutando cada sorbito.

En verano de 2004, pasé un mes en Londres. Fue uno de esos viajes difíciles de olvidar. Me llevé libertad, confianza en mí misma. Crecí. Y también volví con amistades que todavía duran.
Han sido 4 años sin poder vernos, y al final, ella ha ganado. Supongo que debo una visita a Italia. Pero eso, después del Erasmus (SU Erasmus). Porque aún quedan 6 meses para que le de la lata, porque la tengo muy cerquita y es fácil tener más tardes de compras, de patearnos la ciudad de arriba a abajo y de hacer que se pierda (yo, la casi autóctona) porque en teoría, ese es el camino. Quedan 6 meses conversaciones sobre lo que sea pero esta vez sin pantallas de por medio y también momentos de esos en los que me pueda enseñar cosas de historia, o de italiano. Hay casualidades del destino que me encantan. Y este curso que va a empezar, tiene pinta de estar plagado de ellas.

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Ya era hora de pasar un trapito por aquí, que se están acumulando polvo y telarañas.