Vacaciones

Libre por fin. Ya es mala suerte que el primer día que puedo dormir sin cargo de conciencia, mi reloj interno decida despertarme a las 8 de la mañana...pero oye, libre al fin y al cabo.

El mes y pico se salda con dos botes de nocilla consumidos, una vela soplada más, no sé cuantas horas de biblioteca (que prefiero no contar), planes que poco a poco se han ido cayendo, dos conciertos, una Eurocopa para España (y el consecuente baño en la fuente deprisa y corriendo para seguir estudiando) dos peces caídos en combate (lo que hace que me quede con una pecera vacía) y muchas más cosas que me dejo en el tintero, y de las que quizá ni me he enterado (si algo odio de esto es desconectar del mundo)

Pero parece que por esta vez, he salido más o menos airosa. Ahora solo quedan unos 13 periodos de exámenes más como este y hasta el MIR, se acabó. (uy...intentaba que sonase a ya queda menos pero creo que es mejor que siga con mi política de "hasta que no acabes la carrera no pienses en lo que dura")

De este tiempo, también me he quedado con el cada vez más fuerte sentimiento de que soy un auténtico y absoluto caos, que se ha reafirmado al ver los tacos de apuntes que tengo en las distintas mesas (suelo incluso) de la casa. Mi propio órden desordenado, pero que complica un poco las cosas a la hora de preparar la "mudanza" que me toca hacer cada temporada.
Y con ello estoy ahora mismo. Maletas y cajas.

Esta noche estaré en (mi otra) casa, totalmente lista para ir a entrenar todas las mañanas (si el médico me deja), intentar sacar algo con mi guitarra, leer y dormir sin despertador. ¡Que ya iba siendo hora!