Wake me up...

En épocas de exámenes hay gente que no come, que come mucho, que se mata a hacer ejercicio...yo me hago sonámbula.
Bueno, imagino que lo soy siempre, pero si estoy estresada, pues lo soy más.
A la gente le parece muy divertido. Te preguntan cosas, como si hablas, o si te tienen que hacer caso cuando te vean danzando por ahí. Pues sí, hablo. Pero hablo estando dormida, despierta, incluso hablo bajo el agua cuando nado, esa no es la historia.
El caso es que lo que son simples paseos por la casa, se convierten en cosas más, digamos, animadas.
Una vez escondí los apuntes de la asignatura cuyo exámen tenía tres días después. Después de mirar en toda la casa, ví que la funda del portátil no estaba donde tendría que estar, si no en la balda más alta del armario. Me subí en la silla, la abrí...y ahí estaba el taco de folios. Lo que sigo sin entender es como pude subirlo tan arriba estando tan dormida y sobre todo, siendo tan pequeña.
¿Divertido e?
¡Los cojones!
Cuando se trata de esconder cosas, como he pasado hoy con las zapatillas de estar por casa, que acabo de encontrar...pues bueno. Tiene su gracia (oculta, pero digo yo que la tendrá). Lo peor es cuando se ve que me aburro en la cama, y me voy. No os podéis imaginar el susto que me metí el día que me desperté con la puerta de casa abierta, y yo saliendo. Estaba sola en casa. Y era verano, con los grandes pijamas (o ausencia de ellos) que eso supone.

En fin, estoy deseando saber cual será la próxima.
Eso sí, que sepáis que según mi madre, no soy sonámbula. Solo me levanto estando dormida.