Varon 65 años sin antecedentes importantes...

El viernes tuve uno de esos seminarios de Patología al que me apetecía tanto ir como meterme agujas oxidadas debajo de las uñas. Pero como el Atleti había pasado a la final solo unas horas antes tenía las pilas cargadas y llegué puntualmente a las 8.25 a una clase donde no había nadie. Al final, con la magnífica cifra de 6 personas en el aula, el profesor nos prometió subirnos un punto en su parte del examen (lo que supone una mierda porque hay 8 profesores diferentes...pero bueno, menos da una piedra que diría mi madre (Felicidades y tal :P)

Estábamos hablando sobre el hipotético caso de un paciente con patología respiratoria. Antes de ponerle un simple pulsioxímetro en el dedo para saber cual era su saturación de oxígeno, un compañero ya anticipó que le pediría una gasometría, una espirometría, una presión de enclavamiento y vete tú a saber qué más.
Yo apunté que me parecía excesivo hacerle pruebas invasivas y dolorosas antes de algo más simple como una analítica de sangre venosa (que sí, es invasiva pero menos que la extracción de sangre arterial) o una medición de saturación...y me quedé flipando con la respuesta del médico-profesor con una risilla condescendiente en el rostro, que básicamente fue
-¿Por qué no querrías hacerle la gasometría pronto, por el dolor?
-Claro, se la haría cuando fuera necesario, pero antes me aseguraría de que es así.
-Eso no importa. Además, no duele

Que duele es algo que tengo perfectamente comprobado, pero la verdad es que cosas como esta empiezan a romperme los esquemas...Siempre he pensado que lo más lógico es pedir las pruebas orientadas a un diagnóstico, no sólo por tema económico (que al fin y al cabo, seguramente ya vendrá alguien a recordar que hay o no dinero para X pruebas) si no por el propio paciente.
A nadie le gusta que le metan tubos y agujas por distintos orificios de su cuerpo (algunos de ellos de nueva adquisición) ni que irradien su cuerpo sin un motivo concreto y firme. Es decir, nunca dejaría de pedir una prueba por dolorosa que pueda ser (si el paciente está de acuerdo, claro) si creo que puede ser útil. Pero, ¿Como rutina?
No solo me lo dice mi sentido común, si no que es uno de los temas que más me remarcó mi tutor de Urgencias (aprendí que pedir pruebas sin ton ni son podía liarnos más que orientarnos) así que ahora me pregunto si no dejaré que el bienestar del paciente esté por encima de todo o si estaré siendo demasiado práctica o qué sé yo.
Imagino que este tipo de cosas son las que hacen que al final caigas en una especialidad o en otra...