Hospital de ositos..y más ositos

Hoy, por primera vez, después de vestirme de verde, calzarme un gorro (si vale, yo lo llamo gorro xD), colocarme la mascarilla y embutirme en unos guantes…hoy por fin he operado!!

Hemos repetido el Hospital de Ositos de peluche , esta vez en un colegio cercano a la Facultad, y allí nos plantamos con nuestras cajas llenas de muñecos, tiritas, y por supuesto, nuestras batas (porque como bien dijeron los niños…Estos son médicos, que van vestidos como médicos)

Hubo suerte, y como estaban encerrados, ninguno escapó al ver nuestro uniforme (y es que uno de los fines de la actividad es conseguir que no tengan ese pánico a las batas blancas).
Así que pudimos estar un ratillo con ellos, curando a sus muñecos, previa historia clínica, que para algo somos profesionales.

Y entonces, llegó mi aparición estelar…monté la camilla con lo que encontré por el colegio y operé a un oso, que primero tenía un problema de riñón, pero pasó a ser de corazón, que es más fácil de explicar a un niño (y es que… que le dices a un muchacho de 4 años que es un riñón, e? xD)

Corté, saqué y le puse una tirita al órgano afectado, para volver a cerrar otra vez. Incluso una de las veces que repetí la operación, me acordé de anestesiar al peluche antes de rajarle la tripa.
Un niño sugirió que lo dejáramos abierto.
-Así se desangra.

Angelico, bendita inocencia.

Y al llegar a casa, y ver esta imagen en la tele, en los periódicos... me dí cuenta de que haberle salvado la vida al oso había merecido la pena. Tal y como le dije a los niños, ya estaba disfrutando