El frío modifica la trayectoria de los peces

Poco antes de acabar los exámenes, me llegó a casa un sobre de Random House Mondadori, en el que sin mediadores me enviaban un libro.

Me sorprendió bastante (¿Por qué a mí?) pero bueno, nunca digas que no a un regalo (y menos si es un libro)

Así que me lo llevé a Egipto, aunque la historia no tenía nada que ver con esa tierra. ¿De qué trata?

Me limitaré a copiar la contraportada...Tengo tendencia a spoilear con los resúmenes.

Algunas navidades son inolvidables. Y las del 1998 en Quebec serán siempre recordadas por un niño que en aquel entonces tenía 11 años. Fue entonces cuando sus padres le anunciaron que iban a separarse. Jamás creyó que algo así podía pasarle a él, y se enfadó y lloró como nunca había hecho. Y gritó al cielo: "ayúdame", pero él era tan pequeño, y el cielo tan grande...

Sin embargo, aquella noche se desató la peor tormenta que Quebec había conocido.

Aquella tormenta marcaría su vida y la de sus vecinos, porque las situaciones extraordinarias hacen que las cosas se vean de otra forma diferente. Y en la pequeña comunidad sumida bajo un manto de hielo florecieron relaciones inesperadas y algunas personas recordaron sentimientos que tenían olvidados.

Reconozco que quizá no era la mejor situación para leer un libro...entre el calor, las horas de autobús y algunos percances que ya os contaré. El tema es que me costó horrores leer los dos primeros capítulos.

Al volver, lo he recuperado y sí, me ha gustado. A ver, no me ha encantado, pero está bien para pasar el rato. Se lee bien (pese a mi primera impresión) así que es como esos cubatas dulces...entra rápido, y cuando te quieres dar cuenta, ya te lo has terminado y te quedas con la sensación de querer más.

*Quiero dar las gracias a Random House por acordarse de mí y recordarles que estoy dispuesta a leer todo lo que me manden,¡ faltaría más!