Cesky Krumlov (una de turisteo)

Utilizo un post programado mientras estoy ausente para hablaros de más turisteo, que se me está acumulando.

Mi primer viaje fuera de Praga fue a una ciudad (o pueblo, siempre tengo dudas con estos lugares) situado en la Bohemia Meridional (o para entendernos, a casi 4 horas de tren de Praga, casi casi en la frontera con Austria)
Cesky Krumlov, además de ser un nombre impronunciable para cualquier latino, es una ciudad medieval. Está situada en el meandro de un río, y da la impresión de que los edificios se apiñan sin remedio en ese espacio semicircular, dejando estrechas calles empedradas en las que surjen pequeñas tiendas y puestecillos con artesanía del lugar (y algunos cócteles, eso también)

Todo esto, y la mezcla de arquitecturas (gótica, renacentista y barroca) hicieron que se convirtiera en patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Yo esperaba, en cualquier momento, ver aparecer a un personaje de los hermanos Grimm (aunque sí, lo sé, ellos eran alemanes) y es que es un lugar de cuento, sin exagerar.

Uno de los edificios más importantes es su castillo, en el que nada más entrar nos reciben en el foso dos osos (a mí la verdad es que me dieron mucha pena porque no me gusta ver cautivos animales salvajes).
Se puede visitar su torre (por 30* coronas para estudiantes, algo más la entrada no reducida), y tras conseguir subir metros y metros de escalones, obtener una vista espectacular de la ciudad.
También hay distintos tours guiados por las dependencias del castillo. Como ninguno bajaba de 10 euros (entrada reducida, ojo) lo dejamos para otra ocasión, aunque dicen que su teatro renacentista merece mucho la pena.

Lo que si visitamos fue una exposición temporal que había en las antiguas mazmorras del castillo. Era una mezcla de maletas, dedos, dentaduras y extraños seres mezcla entre cocodrilo y persona, la mayoría de las veces con los intestinos fuera.
Una expresión artística que no entendí..os dejo una imagen:
El hecho de estar situado en un río, que si no me equivoco, es joven en ese punto, también lo hace muy atractivo para deportes acuáticos. Nos dieron envidia los que hacían rafting…pero no teníamos ropa para cambiarnos y nos esperaba un largo viaje de vuelta a Praga, en un tren de película con compartimentos (por cierto, cada vez entiendo más a Tarantino)

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*Un euro es, más o menos, 23 coronas. Prefiero dar el precio en coronas que en euros porque éste no cambia, pero la cotización de la moneda sí, y mucho.

Estación en Praga:Hlavní Nadrazi (tren)
Precio: 175 coronas (billete de grupo-reducido, ida y vuelta)