Titiitiit

¿Os acordais de que tenia el día de ayer muy ocupado?
Pues bien..estuve recogiendo un poco la casa y tiré bolsas de periódicos.
Después de tirarlas en el contenedor...
-Dame las llaves
-No las tengo
-Venga, no te rías, dame las llaves.
-Nebu, no las tengo, de verdad.

Me había dejado las llaves dentro de casa. Por dentro de la cerradura. Vamos que ni el otro juego que tenían mis padres, que llegarían en unas horas me servía. Y en teoría, tenía que preparar la maleta en esas horas que me pasaría en la calle, con este sol que hace.
La única solución: el cerrajero.

Pero lo primero es lo primero, así que me fui a comer. Me pasé la primera hora de la comida pensando alternativamente en la pasta que me iba a dejar en el maldito cerrajero y las distintas opciones para entrar. Tenía las ventanas del salón abiertas, así que si hacía una torre humana alta, o encontraba una escalera, podría entrar. Pero yo no tengo escaleras altas. Y si las tuviera, estarían dentro de casa. Como las llaves.
Y de repente se me encendió la bombilla...
Tengo una ventana bastante pequeña en la cocina, que da a un patio que comparto con los vecinos de rellano. Sabía que no la había abierto de par en par, pero tenía que probar antes de perder dinero..
Y hubo suerte y al empujar la ventana...estaba entornada. Mi novio (es que soy pequeñita y no llego xD) entró y me abrió la puerta :)
Un estres menos oye.

Mañana, como ya sabeis porque os he dado la lata con ello, llego a Praga, donde estaré hasta finales de mes. Vamos, que tendré un blog expatriado, o de viajeros...lo que significará que contaré las mismas chorradas de siempre, como que se me caen los mocos y me pica un pie, pero como estaré lejos, será más interesante.