Instalándome

La llegada a Praga fue un poco caótica. Mi maleta salió de las primeras en la cinta y eso ya me dio mala espina. Además, al salir nadie estaba esperándome por lo que me cagué en la puta varias veces, por confiar en que realmente vendrían, y no apuntar la dirección de la residencia. Por suerte, tras pelearme con distintos prefijos telefónicos, llegaron mis personas de (des)contacto.
Cruzando toda la ciudad para que viera “lo bonito” llegamos al Hostel en cuestión. Alguien ha visto “Hostel” (1 y 2, me valen ambas) pues…eso. Ya os contaré, que esto tiene miga. En la puerta de mi habitación hay pegatinas de Harry Potter. En una sale Robert Pattinson, cuando aún no tenía millones de fans sedientas de todos sus fluídos, pero a mí sí me parecía un chico guapo.
Pero lo dicho, eso es otra historia.
En el interior no había una compañera de habitación, lo que tuvo su parte buena…tengo intimidad (aún no sé por cuanto tiempo) y la mala… y es que pasé jodidamente sola los primeros momentos porque mis personas de (des)contacto me dejaron en recepción, sin llaves ni nada, y se piraron.
Bueno, miento. No estaba sola.
En recepción, cuando después de media hora buscando la habitación la encontré, y me di cuenta de que no tenía llaves, conocí a un chico inglés, la mar de majo (que por cierto, me dijo que cuando quisiera le diera un toke…y aún no lo he hecho, va siendo el momento) mientras le ayudaba con el check-in. Y lo que es más importante, en mi habitación había un zumbido pequeñito, pero molesto…
En la papelera, el anterior inquilino dejó un plátano y miles de mosquitos de la mierda estaban allí. Tiré la basura en cuanto pude, pero los bichos no se han ido, y como hoy era fiesta nacional los supermercados no abrían.
Me duché y descubrí que no tenía Internet (o peor, lo tengo, pero necesito una contraseña) así que leí un poco, traté de dormir en una cama un tanto especial y a las 5 de la mañana, la luz me despertó.
Amanece a las 5 de la madrugada.
¡¡¡¡¡¡¡A las 5!!!!!!

Hoy por la mañana bajé a por un café de máquina para desayunar, y encontré gente que estaba en el mismo intercambio que yo, así que nos fuimos de tour por la ciudad y oye, mucho mejor (como ya sabía que pasaríacuando ayer pensaba por momentos en tirarme por la ventana, que tiene unas vistas cojonudas…pero es un primero así que la caída no sería efectiva)
Y no, no ha sido mejor porque haya empezado a catar las cervezas y gastronomía checas.
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(Este es un post diferido, escrito el día 6 por la noche. Han cambiado cosas, por ejemplo, me he vuelto a encontrar al mismo chico inglés)