Ojo clínico

Cuando pasé las Navidades en casa me di cuenta de que mi padre tenía una tos horrible, que según mi madre, llevaba con él bastante tiempo.
Ella le insistía en que fuera al médico, pero nuestra Médica de familia le decía que no tenía nada...que sería del tabaco. También le mandó tratamiento para una faringitis porque al parecer, tenía irritada la garganta.
La cosa es que no era esa tos asquerosa matutina de fumador que ya conozco muy bien. Eran ataques de tos seca incontrolable en cualquier momento. Y no se pasaban con ninguna de las medicaciones que fue recibiendo en cada nueva consulta.
Así que un día (bueno, más bien una noche a las 2 de la mañana) se me encendió la bombilla y revisé el tratamiento de mi padre. Entre unas cuantas pastillas vi cual era su medicación para la hipertensión...Enalapril.
Es un Inhibidor del Enzima de Conversión de Angiotensina (IECA) (vaya, que para no pre-médicos, inhibe la formación de una molécula que hace que suba la tensión) bastante utilizado. El problema es que también pueden inhibir la degradación de bradicinas, lo que a su vez produce tos seca.
Desperté a mi padre (sí, soy una cabrona pero tenía que comentarlo con alguien xD) para preguntarle desde cuando tenía esa tos y...sí. Había empezado cuando empezó con el tratamiento.
En la siguiente visita, se lo dijo a nuestra doctora y ella se negó a cambiarle el tratamiento (vete tú a saber por qué). Hace unos días, por fin cedió y desde entonces mi padre está divinamente.
¿Por qué he soltado este rollo?
Porque cosas como esta me animan a seguir con la carrera, y más después de alguna ostia con las notas...sé que no soy de las más brillantes de clase (se me da de pena memorizar datos sin más) si no más bien lo contrario, pero tengo ojo clínico y soy capaz de relacionar cosas. Que sí, esto era muy muy evidente (es uno de los efectos secundarios más característicos de este tipo de medicamentos), pero...¡Qué coño! una persona que ya ha terminado la carrera y la residencia, más la experiencia que pueda tener, no supo darse cuenta (y los motivos que se me ocurren son muchos...)
Lo importante es que ahora mi padre por fin ha dejado de hablar con esa voz ronca tan fea :)