Así que el viernes, media hora antes de mi cita me planté en la Calle Serrano, con mi carpetita bajo el brazo. La funcionaria de la puerta revisó la carpeta para ver que todo estaba en órden, interrumpiendo la operación para hacerle cucamonas a un cachorrito de perro que pasó por allí. Que sí, el perro era precioso pero le trató mejor a él que a nosotros. Algunos de mis compañeros llevaban mochilas y les dijo, básicamente, que se buscasen la vida para dejarla fuera de la Embajada, porque con eso, no se pasa. Por lo visto, hay una cafetería cerca en la que te hacen el favor de guardarla...todo es fiarse...Nosotros teníamos familia como cuidadores de mochila y si alguien tiene que ir, os aconsejo que hagais lo mismo (o si es posible, vayais con un bolso pequeño, que no ponen problema)
Pasamos el control de acceso (arco detector de metales, sin más) donde te recogen los aparatos electrónicos y entramos.
Básicamente, el proceso para conseguir un visado de estudiante (No sé si para los demás será igual) consiste en dar los documentos, dar tus huellas y tener una pequeña entrevista. Claro, que esto no te lo cuenta nadie y la realidad, por si alguien se pregunta
¿Cómo se hace un visado para Estados Unidos? es más bien así:
Entras a la Embajada: más perdido que un pulpo en el garaje ves una sala dividida por una cinta. A la izquierda está la ventanilla para personas no Usamericanas y unas 40 sillas de madera. A la derecha, el sofá de cuero y el marine norteamericano que atiende a las personas estadounidenses bajo la atenta mirada de Obama, Biden y Hillary.
Te diriges a la ventanilla para españoles y te dan un sobre, donde pondrás tus datos para que te envíen el visado. En el sobre hay un número así que esperas pacientemente tu turno. Muy pacientemente porque son turnos no consecutivos, así que no sabes cuando te va a tocar.
Mientras, el marine sigue recto, mirando al infinito, lo que te hace pensar, nada más y nada menos, en esto:
Cuando por fin sale tu número en el panel, pasas a una sala llena de gente, donde está la ventanilla a la que debes pasar. Ahí sí te recogen tus documentos y te dicen que ya te llamarán.
Así que te sientas (si hay sitio) y esperas.Es todo muy americano, con su cuadro de Elvis, de un señor jugando al beisbol, Yosemite y por supuesto, la bandera.
Un rato después, te vuelven a llamar.
Toma de huellas: se hace electrónicamente y es muy rápido. Te preguntan en qué idioma prefieres la entrevista (español o inglés) y otra vez a tu sitio, a seguir esperando.
Durante esta espera ves como van pasando personas a hacer la entrevista y se tiran hasta media hora, lo que te hace preguntarte en qué momento del año saldrás de la dichosa embajada. Pero ya te da igual, porque en tu mente solo está
Dios bendiga América, que dices mientras tarareas el himno de USA. Sí, 3 horas allí metida saturaron mis patriotímetros.
Por fin,
la entrevista, que finalmente hice en inglés. Me preguntaron sobre el hospital, mi estancia y si pretendía volver a España. Todo muy básico y muy normal. Yo iba algo preocupada por
mis antecedentes así que me había quitado mi pulsera de Líbano y la de apoyo a Palestina, por si las moscas, que el sello de Egipto e Indonesia (mayor país musulman del mundo) en mi pasaporte ya me parecían bastante provocación. Pero el funcionario, un hombre muy majo, me miró y dijo
"Your visa has just been issued" :)
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*El pasaporte ya ha llegado a mi casa con el sello del visado y una facturita de 10€ de MRW (que con lo que pagué, bien podrían haberme regalado el envío...). A mí me parece muy bonito, es parecido a
este pero con mi foto (obvio).