Ya que he cogido carrerilla con el tema, sigo con la donación de progenitores hematopoyéticos (por lo visto, después de que os hablarara de DKMS en este post, el tema está en todas partes. Por cierto, el Ministerio de Sanidad ha emitido una nota de prensa al respecto)
En los últimos años se ha puesto de moda la donación de células madre de cordón umbilical. Esto ocurre porque se ha descubierto que el transplante da menos problemas aunque donante y receptor no sean del todo compatibles y además el proceso de trasplante puede ser mucho más rápido (Ya que no es necesario localizar y preparar al receptor)
¿En qué consiste el proceso de donación de cordón?
Después del parto, el cordón se corta del bebé, y dejándolo unido a la placenta se extrae la sangre. Tras ello, se procesa y para conservarla, se congela.
Conviene tener en cuenta que del total de sangre extraída, solo un 1% se corresponde con células madre: es decir, la cantidad preservada no es muy grande, por lo que esta sangre puede utilizarse en pacientes de bajo peso (niños, adolescentes y adultos pequeñines)
¿Cómo puedo donar la sangre de cordón de mi hijo?
No en todos los hospitales existe personal formado y medios para realizar la donación, así que lo más sencillo es preguntar al ginecólogo que esté siguiendo el embarazo. Se necesita, básicamente, salud tanto en el feto como en la madre y la aceptación de que sea una donación voluntaria, altruísta y anónima, lo que se certifica mediante un consentimiento informado.
Como siempre en estos temas, para más información os remito a la guía de la Fundación Josep Carreras contra la leucemia.
Ahora mismo existe la Oficina de Sangre de Cordón umbilical, un sistema que utilizando el REDMO (Registro Español de Donantes de Médula Ósea) centraliza las búsquedas de todo el país.
Pero también existe la opción de preservar el cordón en un banco privado, en el que por una módica cantidad realizan el procesamiento de la sangre (extracción y preparación). ¿De qué cantidad hablamos? La cuota de entrada está entre 1500€ y 2000€, más o menos, añadiendo una cuota anual de unos 100€. También se puede pagar a plazos y obtener descuentos si tienes más de un bebé. Un chollo oiga, que se mantiene basándose en el miedo de los padres a que su hijo sufra alguna enfermedad hematológica en el futuro (miedo totalmente entendible, por otra parte. Sin embargo, las posibilidades de que esto ocurra son bajas y nadie asegura que pasará en los 10 primeros años del niño, tiempo que los bancos privados suelen preservar las células)
Normalmente estos bancos almacenan la sangre fuera de España, ¿Por qué?
Pues porque la ley española exige a cualquier banco privado de sangre de cordón umbilical dentro del territorio español a comunicar las unidades de sangre de las que dispone y si hubiera un receptor compatible, han de dar la sangre, devolviendo a la familia el dinero pagado hasta el momento.
miércoles, 25 de enero de 2012
domingo, 22 de enero de 2012
Greenwood Cemetery, Brooklyn, NY
Sigo hablando de Brooklyn. Porque como os contaba hace un tiempo, Nueva York es más que Manhattan y Brooklyn es un borough que tiene mucho que ofrecer, y además tiene algo especial, quizá porque fue una ciudad independiente hasta 1898, año en el que después de muchas dudas por parte de sus ciudadanos, que creían no tener nada que ver con los neoyorkinos, se anexionó a Nueva York tras una votación muy ajustada.
Y es que al salir del metro, de repente te encuentras en unas calles que no tienen nada que ver con los rascacielos para los que muchos se resume Manhattan. Brooklyn es un barrio residencial y la zona en la que se encuentra este cementerio tiene mucha inmigración, especialmente latina. Las viviendas son bajas y viejas. Las gasolineras tienen adosado un KFC o Dunkin Donuts. Nueva York sí, pero también empieza a ser América profunda, con su obesidad y sus condiciones de vida bastante menos deslumbrantes que Manhattan.
El cementerio de Green Wood se construyó en 1838 y es actualmente el mayor cementerio de Nueva York, con 600.000 personas enterradas en su terreno. Ha sido nombrado Atracción histórica nacional en 2006 y llegó a ser tan importante que el siglo pasado competía con las Cataratas del Niágara por el título de lugar turístico más importante y visitado del Estado de Nueva York.
Al pasar su entrada principal en la 5ª Avenida, de estilo gótico, está las oficinas del cementerio, dónde sin pedirlo ni nada nos dieron un mapa. Resulta muy útil, porque el sitio es enorme. De todas formas, de estar interesado es mejor hacer uno de los tours guiados en trenecillo que se llevan a cabo todos los miércoles. En él no solo no te cansas ni te pierdes entre la multitud de paseos y callecitas, si no que te informan sobre los residentes famosos, entre los que están Morse (sí, el del código), Susan McKinney (primera mujer negra del Estado en conseguir el título de Medicina) el señor Faber, primero en poner una goma para borrar a los lápices y muchos otros que a mí como española (y bastante ignorante en lo que a hechos históricos usamericanos se refiere) quizá me parezcan un poco chufa como famosos pero han tenido su parte de importancia en la historia del país.
Lo que es difícil perderse es la capilla principal (en la foto) que ya se ve desde la entrada. Fue diseñada por el mismo arquitecto que ideó la Grand Central Station.
Merece la pena recordar que en estas tierras, tiempo antes de que se inagurara el cementerio (en 1776 concretamente) se llevó a cabo la batalla de Brooklyn, muy importante en la guerra de la Independencia de Estados Unidos. Lo recuerda un monumento en la que es además la zona más alta de Brooklyn, lo que conlleva unas preciosas vistas del sur de la isla y la Estatua de la Libertad.
Puede sonar un tanto macabro, pero es uno de los lugares favoritos de los neoyorkinos para relajarse (junto al cercano Park Slope). La verdad es que, prejuicios aparte, es un sitio bonito y sobre todo muy tranquilo (el máximo ruido lo traen los periquitos que viven en el cementerio desde que se escaparon de un cargamento que iba al JFK) Se dice que sus lagos, paseos y colinas fueron inspiración a la hora de diseñar Central Park.
INFORMACIÓN ÚTIL GREEN WOOD CEMENTERY
¿Cómo llegar?: Estación de metro 25th St (líneas M o R) Seguir luego hasta la intersección de la 25 con la 5th avenida
Tours guiados: miércoles y domingos a la 1 del mediodía. 15$
Página de la sociedad protectora del cementerio (con información sobre tours y eventos especiales) http://green-wood.com/
Recorrido propuesto por la guía Time Out: de 3 millas, visitando los puntos importantes
Y es que al salir del metro, de repente te encuentras en unas calles que no tienen nada que ver con los rascacielos para los que muchos se resume Manhattan. Brooklyn es un barrio residencial y la zona en la que se encuentra este cementerio tiene mucha inmigración, especialmente latina. Las viviendas son bajas y viejas. Las gasolineras tienen adosado un KFC o Dunkin Donuts. Nueva York sí, pero también empieza a ser América profunda, con su obesidad y sus condiciones de vida bastante menos deslumbrantes que Manhattan.
El cementerio de Green Wood se construyó en 1838 y es actualmente el mayor cementerio de Nueva York, con 600.000 personas enterradas en su terreno. Ha sido nombrado Atracción histórica nacional en 2006 y llegó a ser tan importante que el siglo pasado competía con las Cataratas del Niágara por el título de lugar turístico más importante y visitado del Estado de Nueva York.
Al pasar su entrada principal en la 5ª Avenida, de estilo gótico, está las oficinas del cementerio, dónde sin pedirlo ni nada nos dieron un mapa. Resulta muy útil, porque el sitio es enorme. De todas formas, de estar interesado es mejor hacer uno de los tours guiados en trenecillo que se llevan a cabo todos los miércoles. En él no solo no te cansas ni te pierdes entre la multitud de paseos y callecitas, si no que te informan sobre los residentes famosos, entre los que están Morse (sí, el del código), Susan McKinney (primera mujer negra del Estado en conseguir el título de Medicina) el señor Faber, primero en poner una goma para borrar a los lápices y muchos otros que a mí como española (y bastante ignorante en lo que a hechos históricos usamericanos se refiere) quizá me parezcan un poco chufa como famosos pero han tenido su parte de importancia en la historia del país.
Lo que es difícil perderse es la capilla principal (en la foto) que ya se ve desde la entrada. Fue diseñada por el mismo arquitecto que ideó la Grand Central Station.
Merece la pena recordar que en estas tierras, tiempo antes de que se inagurara el cementerio (en 1776 concretamente) se llevó a cabo la batalla de Brooklyn, muy importante en la guerra de la Independencia de Estados Unidos. Lo recuerda un monumento en la que es además la zona más alta de Brooklyn, lo que conlleva unas preciosas vistas del sur de la isla y la Estatua de la Libertad.
Puede sonar un tanto macabro, pero es uno de los lugares favoritos de los neoyorkinos para relajarse (junto al cercano Park Slope). La verdad es que, prejuicios aparte, es un sitio bonito y sobre todo muy tranquilo (el máximo ruido lo traen los periquitos que viven en el cementerio desde que se escaparon de un cargamento que iba al JFK) Se dice que sus lagos, paseos y colinas fueron inspiración a la hora de diseñar Central Park.
INFORMACIÓN ÚTIL GREEN WOOD CEMENTERY
¿Cómo llegar?: Estación de metro 25th St (líneas M o R) Seguir luego hasta la intersección de la 25 con la 5th avenida
Tours guiados: miércoles y domingos a la 1 del mediodía. 15$
Página de la sociedad protectora del cementerio (con información sobre tours y eventos especiales) http://green-wood.com/
Recorrido propuesto por la guía Time Out: de 3 millas, visitando los puntos importantes
martes, 17 de enero de 2012
Mi paciente
Mi primer tutor en Nueva York fue un coreano.
Era el típico asiático que nos venden los tópicos: eficiente, perfeccionista.
Se podría decir que vivía en el hospital: cuando yo llegaba, ya estaba allí. Al irme, seguía.A veces llegué a pensar que llevaba puesta una sonda vesical, porque ni al servicio lo veía ir.
Mi primer tutor era un tipo muy serio. Le gustaba probar a la gente antes de darle ningún tipo de responsabilidad.
Pero también le gustaba enseñarnos a hacer las cosas bien. En mi primer día de quirófano no me quiso matar ni nada cuando no me supe lavar y vestir de la forma americana. Ahora, que si te enseñaba el lunes y el martes fallabas, perdías su confianza totalmente.
Mi primer tutor siempre pasaba a saludar antes de que el paciente entrara a quirófano y nos pedía que estuviéramos con los pacientes antes de la cirugía, por si necesitaban algo. También quería que entre las rondas pasáramos a ver qué tal seguían.
A mí al principio me acojonaban esos momentos. ¿Y si no entendía lo que el paciente me quería decir? ¿Y si mi inglés, poco acostumbrado a esas situaciones, me fallaba? Pero fui pillando soltura y cuando dejó de ser mi tutor, seguí con la costumbre. Al fin y al cabo, poco tenía que hacer durante ese rato salvo estar en los ordenadores, o desayunar y con el paciente podía ser útil.
Así conocí a uno de mis pacientes favoritos, preguntándole si necesitaba algo. Es una lástima que no pueda contar por qué era tan especial, pero era un hombre genial que me recordaba muchísimo al padre de Ángela, de Bones. Me guiñaba el ojo cuando entrábamos a pasar la ronda y casi me da algo cuando vi su cama vacía, porque nadie me había avisado de que se iba a casa y nunca se sabe cuando algo puede complicarse.
Leo sobre los recortes y perrerías diversas que se le vienen encima al personal sanitario y como las cosas no pintan nada bien para los que llegaremos en unos años. Y eso no es nada esperanzador cuando intentas estudiar.
Quizá por eso me acuerdo tanto últimamente de las personas que han ido significando algo especial, porque él y otros muchos me recuerdan por qué estoy aquí. Por qué, aunque lo compliquen, esto merece la pena.
Era el típico asiático que nos venden los tópicos: eficiente, perfeccionista.
Se podría decir que vivía en el hospital: cuando yo llegaba, ya estaba allí. Al irme, seguía.A veces llegué a pensar que llevaba puesta una sonda vesical, porque ni al servicio lo veía ir.
Mi primer tutor era un tipo muy serio. Le gustaba probar a la gente antes de darle ningún tipo de responsabilidad.
Pero también le gustaba enseñarnos a hacer las cosas bien. En mi primer día de quirófano no me quiso matar ni nada cuando no me supe lavar y vestir de la forma americana. Ahora, que si te enseñaba el lunes y el martes fallabas, perdías su confianza totalmente.
Mi primer tutor siempre pasaba a saludar antes de que el paciente entrara a quirófano y nos pedía que estuviéramos con los pacientes antes de la cirugía, por si necesitaban algo. También quería que entre las rondas pasáramos a ver qué tal seguían.
A mí al principio me acojonaban esos momentos. ¿Y si no entendía lo que el paciente me quería decir? ¿Y si mi inglés, poco acostumbrado a esas situaciones, me fallaba? Pero fui pillando soltura y cuando dejó de ser mi tutor, seguí con la costumbre. Al fin y al cabo, poco tenía que hacer durante ese rato salvo estar en los ordenadores, o desayunar y con el paciente podía ser útil.
Así conocí a uno de mis pacientes favoritos, preguntándole si necesitaba algo. Es una lástima que no pueda contar por qué era tan especial, pero era un hombre genial que me recordaba muchísimo al padre de Ángela, de Bones. Me guiñaba el ojo cuando entrábamos a pasar la ronda y casi me da algo cuando vi su cama vacía, porque nadie me había avisado de que se iba a casa y nunca se sabe cuando algo puede complicarse.
Leo sobre los recortes y perrerías diversas que se le vienen encima al personal sanitario y como las cosas no pintan nada bien para los que llegaremos en unos años. Y eso no es nada esperanzador cuando intentas estudiar.
Quizá por eso me acuerdo tanto últimamente de las personas que han ido significando algo especial, porque él y otros muchos me recuerdan por qué estoy aquí. Por qué, aunque lo compliquen, esto merece la pena.
domingo, 15 de enero de 2012
DUMBO, Brooklyn, New York
DUMBO, Down Under the Manhattan Bridge Overpass (o lo que es lo mismo, la zona de Brooklyn bajo el puente de Manhattan y a ambos lados de éste) solía ser una zona industrial, hasta que en los años 80 muchos artistas empezaron a verlo como una zona atractiva para vivir, por su cercanía a Manhattan y el bajo precio de los alquileres.
Como siempre que los artistas se mudan, la zona empezó a ponerse de moda, se abrieron muchas galerías de arte, librerías, restaurantes y pubs... y empezó a subir de precio cuando también los trabajadores de Wall Street se interesaron por la zona (y es que está a solo una parada de Fulton Street, zona financiera)
DUMBO es una zona para darse una vuelta, tomar algo en una cafetería (hay una tienda de Jacques Torres, ideal para comprar un chocolate caliente) y sobre todo, disfrutar de las vistas de ambos puentes y del Skyline de Manhattan (o de una especie de cabaret super classy como el que yo me encontré desde la calle al pasar delante de unas puertas de cristal enormes)
DUMBO también es un lugar de localizaciones cinematográficas y televisivas bastante míticas.
Empezando por Gossip Girl (¡como no!) es donde se supone que está el loft de los Humprey (Rufus cumple a la perfección la idea de artista de los 80 que huye a la zona buscando un alquiler barato).
Aunque en la serie hablan siempre de el número 455 de Water Street, el edificio está en realidad en el 25 de Washington Street. Yo no me di cuenta de haberlo visto hasta que revisando las fotos encontré una imagen que me resultó familiar.
En la misma calle está una de mis imágenes preferidas de Nueva York. Justo desde la intersección de Water Street con Washington el Empire State queda enmarcado entre los pilares de (mi adorado y preferido entre todos) el puente de Manhattan. Es la imagen utilizada para la portada-póster de la película Érase una vez en América (Once upon a time in America) solo que en ella no aparece el Empire...porque en la época en la que comienza, aún no había sido construído.
Aquellos seguidores de (de nuevo) Gossip Girl seguramente recordaréis también la imagen del capítulo Last tango, then Paris en el que Blair huye de Manhattan para que nada le recuerde al Empire State y su cita con Chuck en la cima.
Siguiendo hacia el Oeste nos encontramos con el restaurante giratorio The River (menú de 94$). Dicen que las vistas son preciosas, pero como a mí no me apetecía gastarme tanto dinero, me acerqué a otro sitio mucho más barato. Tanto como gratis.
El Brooklyn Bridge Park esconde una playa de grava con las vistas que tenéis a la derecha. No es un mal sitio para comer una pizza de Grimaldi's, pizzería mítica donde las haya (yo no tuve paciencia para aguantar la cola kilométrica de más de una hora y los gritos del maleducado dueño)
---
INFORMACIÓN ÚTIL DUMBO
Dumbo: Cruzando el puente de Brooklyn a pie, o bien llegar en metro a High Street (Líneas A, C desde Delancy Street y F desde Fulton, si venimos desde Manhattan)
Loft de los Humpfrey (Gossip Girl): 25 Washington Street
Imagen Érase una vez en América: Intersección Washington Street-Water Street
¿Cómo llegar a la "Playa de Brooklyn"?: Hay una entrada en Main Street, en su intersección con Plymouth
Jacques Torres chocolatier: 62 Water Street
Pizzería Grimaldi's: 19 Old Fulton Street
Ver DUMBO en un mapa más grande
Como siempre que los artistas se mudan, la zona empezó a ponerse de moda, se abrieron muchas galerías de arte, librerías, restaurantes y pubs... y empezó a subir de precio cuando también los trabajadores de Wall Street se interesaron por la zona (y es que está a solo una parada de Fulton Street, zona financiera)
DUMBO es una zona para darse una vuelta, tomar algo en una cafetería (hay una tienda de Jacques Torres, ideal para comprar un chocolate caliente) y sobre todo, disfrutar de las vistas de ambos puentes y del Skyline de Manhattan (o de una especie de cabaret super classy como el que yo me encontré desde la calle al pasar delante de unas puertas de cristal enormes)
DUMBO también es un lugar de localizaciones cinematográficas y televisivas bastante míticas.
Empezando por Gossip Girl (¡como no!) es donde se supone que está el loft de los Humprey (Rufus cumple a la perfección la idea de artista de los 80 que huye a la zona buscando un alquiler barato).
Aunque en la serie hablan siempre de el número 455 de Water Street, el edificio está en realidad en el 25 de Washington Street. Yo no me di cuenta de haberlo visto hasta que revisando las fotos encontré una imagen que me resultó familiar.
En la misma calle está una de mis imágenes preferidas de Nueva York. Justo desde la intersección de Water Street con Washington el Empire State queda enmarcado entre los pilares de (mi adorado y preferido entre todos) el puente de Manhattan. Es la imagen utilizada para la portada-póster de la película Érase una vez en América (Once upon a time in America) solo que en ella no aparece el Empire...porque en la época en la que comienza, aún no había sido construído.
Aquellos seguidores de (de nuevo) Gossip Girl seguramente recordaréis también la imagen del capítulo Last tango, then Paris en el que Blair huye de Manhattan para que nada le recuerde al Empire State y su cita con Chuck en la cima.
Siguiendo hacia el Oeste nos encontramos con el restaurante giratorio The River (menú de 94$). Dicen que las vistas son preciosas, pero como a mí no me apetecía gastarme tanto dinero, me acerqué a otro sitio mucho más barato. Tanto como gratis.
El Brooklyn Bridge Park esconde una playa de grava con las vistas que tenéis a la derecha. No es un mal sitio para comer una pizza de Grimaldi's, pizzería mítica donde las haya (yo no tuve paciencia para aguantar la cola kilométrica de más de una hora y los gritos del maleducado dueño)
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INFORMACIÓN ÚTIL DUMBO
Dumbo: Cruzando el puente de Brooklyn a pie, o bien llegar en metro a High Street (Líneas A, C desde Delancy Street y F desde Fulton, si venimos desde Manhattan)
Loft de los Humpfrey (Gossip Girl): 25 Washington Street
Imagen Érase una vez en América: Intersección Washington Street-Water Street
¿Cómo llegar a la "Playa de Brooklyn"?: Hay una entrada en Main Street, en su intersección con Plymouth
Jacques Torres chocolatier: 62 Water Street
Pizzería Grimaldi's: 19 Old Fulton Street
Ver DUMBO en un mapa más grande
jueves, 12 de enero de 2012
¿Sólo puedo donar médula una vez en la vida? ¿Y si luego la necesita mi hijo?
Y otras FAQ sobre la donación de médula...
Hace unos días, Miriam me preguntaba en este post una duda muy común sobre la donación de médula y me di cuenta de que cuando hice el primer post sobre donación de médula ósea, quedaron algunos flecos sueltos.
¿Tienen que pincharme en la médula? ¿No corro riesgo de quedarme paralítico?
Como os comentaba, puede hacerse donación de células madre hematopoyéticas mediante plasmaféresis o bien por donación de médula ósea propiamente dicha.
En éste último caso, se puncionan las crestas ilicas posterosuperiores (encima del culo, vaya) repetidamente hasta conseguir la cantidad necesaria.
Un error muy común es la confusión de médula ósea con médula espinal (con quien comparte nombre, pero no apellido) con el consiguiente miedo a las secuelas neurológicas. Mientras que la médula ósea se encuentra dentro de ciertos huesos y es una amalgama de células sanguíneas inmaduras y grasa, la médula espinal es un cordón nervioso que está en el conducto raquídeo (formado por un orificio en las vértebras, por lo tanto, en el centro de nuestra espalda). Por lo tanto, la donación de médula por punción conlleva únicamente efectos secundarios derivados de pinchar un hueso y extraer sangre: dolor, mareo, y un pequeño riesgo de infección en el lugar de la punción (ínfimo, ya que se realiza en quirófano y bajo condiciones higiénicas adecuadas)
Tengo miedo de hacerme donante de médula y luego no poder ayudar a un familiar
Muchas personas temen donar médula ósea para un desconocido y posteriormente, no poder donar a un familiar si lo necesitara.
A las pocas semanas de donar progenitores hematopoyéticos, ya se han recuperado las células perdidas, por lo tanto, se podría realizar una nueva donación (se recomienda que sea pasado un año desde la primera). Es decir, pese a haber donado médula a un desconocido, siempre podremos donársela a un familiar si este lo necesitara (aunque lo cierto es que la posibilidad de ser compatibles con un no-hermano es muy muy baja)
De hecho, tras donar mediante punción, se pregunta al donante si sigue dispuesto a estar en el registro. En caso afirmativo, no se le volvería a llamar antes de que pasaran 12 meses desde la extracción.
En el caso de donar mediante plasmaféresis (sangre periférica) no se continúa en el registro.
Entonces, un pinchazo y ¿Ya está?
Puede que un paciente necesite un nuevo transplante, bien al cabo de unas semanas desde el primero por rechazo del injerto o al cabo de unos años por una recidiva de la enfermedad (en este caso podría ser suficiente con una donación de sangre de la que se extraerían los linfocitos)
En todo caso, el donante será preguntado si está dispuesto a una nueva donación, pudiendo, por supuesto, negarse.
Hace unos días, Miriam me preguntaba en este post una duda muy común sobre la donación de médula y me di cuenta de que cuando hice el primer post sobre donación de médula ósea, quedaron algunos flecos sueltos.
¿Tienen que pincharme en la médula? ¿No corro riesgo de quedarme paralítico?
Como os comentaba, puede hacerse donación de células madre hematopoyéticas mediante plasmaféresis o bien por donación de médula ósea propiamente dicha.
En éste último caso, se puncionan las crestas ilicas posterosuperiores (encima del culo, vaya) repetidamente hasta conseguir la cantidad necesaria.
Un error muy común es la confusión de médula ósea con médula espinal (con quien comparte nombre, pero no apellido) con el consiguiente miedo a las secuelas neurológicas. Mientras que la médula ósea se encuentra dentro de ciertos huesos y es una amalgama de células sanguíneas inmaduras y grasa, la médula espinal es un cordón nervioso que está en el conducto raquídeo (formado por un orificio en las vértebras, por lo tanto, en el centro de nuestra espalda). Por lo tanto, la donación de médula por punción conlleva únicamente efectos secundarios derivados de pinchar un hueso y extraer sangre: dolor, mareo, y un pequeño riesgo de infección en el lugar de la punción (ínfimo, ya que se realiza en quirófano y bajo condiciones higiénicas adecuadas)
Tengo miedo de hacerme donante de médula y luego no poder ayudar a un familiar
Muchas personas temen donar médula ósea para un desconocido y posteriormente, no poder donar a un familiar si lo necesitara.
A las pocas semanas de donar progenitores hematopoyéticos, ya se han recuperado las células perdidas, por lo tanto, se podría realizar una nueva donación (se recomienda que sea pasado un año desde la primera). Es decir, pese a haber donado médula a un desconocido, siempre podremos donársela a un familiar si este lo necesitara (aunque lo cierto es que la posibilidad de ser compatibles con un no-hermano es muy muy baja)
De hecho, tras donar mediante punción, se pregunta al donante si sigue dispuesto a estar en el registro. En caso afirmativo, no se le volvería a llamar antes de que pasaran 12 meses desde la extracción.
En el caso de donar mediante plasmaféresis (sangre periférica) no se continúa en el registro.
Entonces, un pinchazo y ¿Ya está?
Puede que un paciente necesite un nuevo transplante, bien al cabo de unas semanas desde el primero por rechazo del injerto o al cabo de unos años por una recidiva de la enfermedad (en este caso podría ser suficiente con una donación de sangre de la que se extraerían los linfocitos)
En todo caso, el donante será preguntado si está dispuesto a una nueva donación, pudiendo, por supuesto, negarse.
domingo, 8 de enero de 2012
Mi cosa más preciada y un restaurante muy especial en Nueva York
Hace unos días Merylspider pedía en su canal que le contarámos cual es nuestra posesión más preciada. A cambio sortea cosas guays de Lush (por si os interesa participar, aquí va el vídeo)
Y como lo mío está relacionado con Nueva York en cierta medida, os dejo mi participación con una anécdota que a mí me gusta mucho porque refleja en parte lo que es esa ciudad.
Y ya que estamos, os cuento cosillas sobre el restaurante La Esquina.
La Esquina es un restaurante mexicano situado en el Soho, con bastante fama. Esta abierto desde las 8 de la mañana hasta las 2 de la madrugada.
El menú es de lo más normal en un restaurante mexicano (que no Tex-Mex): tacos varios (13 tipos distintos, desde lengua a acelgas, pasando por nopales o pescado) y platos tradicionales mexicanos como enchiladas de mole o huevos rancheros. Está abierto para desayuno, comida y cena, así como para brunch los fines de semana en dos ambientes, taquería (para llevar) y café (para comer allí).
Pero lo más curioso es el restaurante que se esconde dentro de La Esquina ( o más bien, debajo). Se llama Braserie y también sirve comida mexicana, pero más elaborada (y cara). Se dice que es uno de los sitios más buscados en Manhattan ahora mismo, no solamente porque su localización es un tanto secreta, si no porque solo aquellos con influencia social consiguen una mesa (el teléfono para reservas siempre comunica, o simplemente, no contestan)
Yo no tuve la oportunidad de comer en Braserie (supongo que Jay-Z sí...) pero aquí os dejo el teléfono que aparece en su web, quizá tengáis suerte. Eso sí, ¡recordad llamar con al menos 3 semanas de antelación! 646 613 7100
--
INFORMACIÓN ÚTIL
La esquina (Deli Corner)-Braserie
Dirección: 114 Kenmare St. (entre Mott y Elisabeth St.)
http://esquinanyc.com/
Y como lo mío está relacionado con Nueva York en cierta medida, os dejo mi participación con una anécdota que a mí me gusta mucho porque refleja en parte lo que es esa ciudad.
Y ya que estamos, os cuento cosillas sobre el restaurante La Esquina.
La Esquina es un restaurante mexicano situado en el Soho, con bastante fama. Esta abierto desde las 8 de la mañana hasta las 2 de la madrugada.
El menú es de lo más normal en un restaurante mexicano (que no Tex-Mex): tacos varios (13 tipos distintos, desde lengua a acelgas, pasando por nopales o pescado) y platos tradicionales mexicanos como enchiladas de mole o huevos rancheros. Está abierto para desayuno, comida y cena, así como para brunch los fines de semana en dos ambientes, taquería (para llevar) y café (para comer allí).
Pero lo más curioso es el restaurante que se esconde dentro de La Esquina ( o más bien, debajo). Se llama Braserie y también sirve comida mexicana, pero más elaborada (y cara). Se dice que es uno de los sitios más buscados en Manhattan ahora mismo, no solamente porque su localización es un tanto secreta, si no porque solo aquellos con influencia social consiguen una mesa (el teléfono para reservas siempre comunica, o simplemente, no contestan)
Yo no tuve la oportunidad de comer en Braserie (supongo que Jay-Z sí...) pero aquí os dejo el teléfono que aparece en su web, quizá tengáis suerte. Eso sí, ¡recordad llamar con al menos 3 semanas de antelación! 646 613 7100
--
INFORMACIÓN ÚTIL
La esquina (Deli Corner)-Braserie
Dirección: 114 Kenmare St. (entre Mott y Elisabeth St.)
http://esquinanyc.com/
sábado, 7 de enero de 2012
DKMS y las donaciones de médula no altruistas
Estos días he leído varias noticias sobre DKMS y una posible campaña de captación de donantes en los próximos meses en España, pese a que no ha sido autorizada por la Organización Nacional de Transplantes.
DKMS es una empresa/organización Alemana con filiales en Estados Unidos y Polonia. Se encargan de reclutar donantes de médula apelando a la solidaridad que tras el tipado, incluyen en su registro que según la información disponible en su página web, es el mayor registro del mundo.
A diferencia del REDMO (Registro Español de Donantes de Médula, del que os hablaba en este post) entrar a formar parte de este registro no es un acto voluntario, solidario y altruista ya que la donación no está regida por los mismos principios en todo el mundo.
Así, cuando se decide ser donante mediante DKMS se han de aportar 50€ en concepto de costes del tipado.
Como también os contaba hace tiempo, cada vez que una persona necesita células madre hematopoyéticas, se busca en los registros de donantes de médula (y células de cordón) y si hay suerte y se encuentra un donante compatible, se realiza la donación. Sin embargo, si el banco en el que se encuentran las células es privado, esto genera un coste para el receptor. Por ejemplo, en el caso de España, la Seguridad Social tendría que pagar 14.000€ a DKMS cada vez que hubiera una coincidencia. En el caso de otros países sin sistema Sanitario público, sería el paciente o su seguro quien asumiría el gasto (y si no me equivoco, de estar el paciente registrado en DKMS no tendría que asumirlo, pero no estoy del todo segura ya que la web no es clara en ese aspecto).
Así pues, pese a que DKMS alude a la generosidad hablando de la necesidad de donantes para salvar vidas, es un negocio bastante lucrativo (de hecho, la compañía no puede efectuar campañas en Francia y Brasil, entre otros países).
En España tenemos la suerte de contar con uno de los programas de donación de órganos y tejidos que mejor funcionan del mundo entre otras cosas, debido a los principios de solidaridad y altruísmo y situaciones como esta lo amenazan (y es que tampoco es que nuestra Seguridad Social tenga fondos sobrantes como para ir comprando médula por ahí)
DKMS es una empresa/organización Alemana con filiales en Estados Unidos y Polonia. Se encargan de reclutar donantes de médula apelando a la solidaridad que tras el tipado, incluyen en su registro que según la información disponible en su página web, es el mayor registro del mundo.
A diferencia del REDMO (Registro Español de Donantes de Médula, del que os hablaba en este post) entrar a formar parte de este registro no es un acto voluntario, solidario y altruista ya que la donación no está regida por los mismos principios en todo el mundo.
Así, cuando se decide ser donante mediante DKMS se han de aportar 50€ en concepto de costes del tipado.
Como también os contaba hace tiempo, cada vez que una persona necesita células madre hematopoyéticas, se busca en los registros de donantes de médula (y células de cordón) y si hay suerte y se encuentra un donante compatible, se realiza la donación. Sin embargo, si el banco en el que se encuentran las células es privado, esto genera un coste para el receptor. Por ejemplo, en el caso de España, la Seguridad Social tendría que pagar 14.000€ a DKMS cada vez que hubiera una coincidencia. En el caso de otros países sin sistema Sanitario público, sería el paciente o su seguro quien asumiría el gasto (y si no me equivoco, de estar el paciente registrado en DKMS no tendría que asumirlo, pero no estoy del todo segura ya que la web no es clara en ese aspecto).
Así pues, pese a que DKMS alude a la generosidad hablando de la necesidad de donantes para salvar vidas, es un negocio bastante lucrativo (de hecho, la compañía no puede efectuar campañas en Francia y Brasil, entre otros países).
En España tenemos la suerte de contar con uno de los programas de donación de órganos y tejidos que mejor funcionan del mundo entre otras cosas, debido a los principios de solidaridad y altruísmo y situaciones como esta lo amenazan (y es que tampoco es que nuestra Seguridad Social tenga fondos sobrantes como para ir comprando médula por ahí)
domingo, 1 de enero de 2012
Coney Island, Brooklyn, Nueva York
Aunque sea un nuevo año, yo no soy muy dada a felicitarlo. Además, mientras siga siendo estudiante, los años irán de Septiembre a Septiembre y el 1 de Enero no tendrá mucho significado. Así que como es domingo, os contaré cosillas de domingo.
No sé muy bien por qué (será por el frío que hace en la calle, que los grajos han hecho galerías subterráneas para volar, ahí es nada) me apetecía hablaros de la playa de Nueva York.
Cualquier persona guay neoyorkina consideraría la playa a los Hamptons, que están en Long Island a algo más de 2 horas en coche de la City. Para alguien de la alta sociedad (o wannabe), Hamptons es igual a vacaciones de verano o fines de semana. Yo conocí a personas con casa allí e incluso creo, después de haberlo pensado, que la "fiesta en la playa" a la que me invitaron era allí. Pero la imagen de los Hamptons que tengo, creada por la tele (Y con tele incluyo Gossip Girl y Sexo en NY) no es mi idea de lugar perfecto, que tengo 23 años y no he pisado Puerto Banús, ni ganas.
En todo caso, para lugar de veraneo con pasta, Cape Cod en Massachusets... pero eso ya quedará para otra visita.
Así que lo que hoy toca es Coney Island.
A menos de una hora desde el centro de Manhattan encontramos lo que ahora es una península, y antes una isla, Coney Island, en Brooklyn, con su Luna Park. Como nos cuenta Nube en su entrada (leedla, que está muy interesante y voy a ahorrarme esa parte de la historia), en su día fue un lugar de ocio en auge para la clase media y ahora es un parque de atracciones venido a menos pero que mantiene su gracia a pesar de todo.
La atracción estrella del parque es Cyclone. Una montaña rusa construída en 1927, que pese a lo que su edad puede indicar, no es para nada tranquila...vaya, que a mí me pareció bastante brutal (por algo venden las camisetas de "Yo sobreviví a Cyclone" Normal, porque yo pensé que me partía el cuello) Durante el minuto y medio que dura llega a ir a 97 kilómetros por hora, tiene 6 giros de 180 grados y bajadas de 60 grados.
Si os gustan las montañas rusas, merece la pena subirse en esta, que es mítica y tiene un diseño que ha sido copiado por parques de atracciones de todo el mundo.
Otra atracción que mola es Brooklyn Flyer. No sé qué nombre recibe este tipo de estructura pero os dejo una foto a la derecha. Se eleva a 30 metros y desde ahí arriba te deja ver mientras gira los alrededores en Brooklyn y también Manhattan, desde otro punto de vista totalmente distinto a las postales.
Luna Park es mucho más que Dreamland, el parque de atracciones. Hay barracas de feria de todo tipo (Dato curioso-frikie: es donde se supone que el protagonista de Big le pide al mago Zoltar ser mayor. Dónde debería estar había una máquina de Pepsi, aunque he leído que han puesto una maquina similar...para llamar a turistas despistados, supongo)
Quizá hayáis oído hablar del concurso de comer perritos calientes. Se celebra aquí, organizado por el restaurante Nathan's, cada 4 de Julio desde 1916. Es toda una institución (al fin y al cabo, reparten 40.000 dólares en premios) A la izquierda podéis ver el cartel de la cuenta atrás hasta el próximo concurso y el nombre de los flamantes ganadores, que comieron esa cantidad en 1o minutos (si vais a estar en Nueva York el día 4 de Julio no os hagáis ilusiones, ya que para participar en la final es necesario haberse clasificado en las fases previas locales)
Como os podéis imaginar, Nathan's es uno de esos sitios de visita casi obligada (Al fin y al cabo, al señor Nathan Hardwerker, inmigrante polaco, le debemos agradecer, o lo que sea, la moda de los carritos de perritos calientes por Nueva York), y este local, el primero, guarda el encanto de su historia.
Aquí es donde vi las famosas patatas fritas de 1000 calorías (a palo seco, el ketchup a parte), así que por atractivas que resultaban las cheese fries y la fama que tienen, no me atreví con ellas. Los perritos están buenos, desde mi punto de vista de no especialista en este tipo de comida (en la foto, con Sauerkrat y cebolla a la plancha, que eran los toppings incluídos en el precio. Hay botes de ketchup y mostaza por el local pero el queso, chilie y demás se pagan a parte)
Por si os apetece volver con un souvenir distinto, las salchichas se venden en algunos supermercados (yo los ví en los de la cadena WestSide Market)
Y también está la playa, con su paseo marítimo.
Si los Hamptons eran para los ricos, Coney Island es el sitio de la gente normal que quiere pasar un día en la playa. Fui en fin de semana y estaba hasta arriba...no había sitio para tumbarse hasta muchos metros lejos de la playa y el paseo marítimo era un hervidero de gente latina bailando. Hay puestos de helados, tacos... y una de las mayores cerdadas que probablemente comeré en mi vida: Fried Oreos (sí sí, como suena, Oreos fritas)
Que queréis, tenía que probarlas. Solo comí dos, porque después de lo de las patatas no estaba para juergas calóricas, pero estaban ricas. Muy ricas. Son como buñuelos, pero con una oreo dentro. Están blanditas, con el interior casi derretido.
Por cierto, aunque sea una zona llena de vida, esto solo pasa en verano. En invierno está más bien muerto, y aunque no niego que seguramente sea curiosa la visita, es mejor tenerlo en mente para no llevarse una desilusión al encontrar un parquecillo fantasma.
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INFORMACIÓN ÚTIL SOBRE CONEY ISLAND
Precios: las atracciones en Dreamland funcionan por créditos. Un crédito vale un dolar y se pueden comprar bonos con créditos gratis. Depende del grado de "gritos" de la atracción costará más o menos. Cyclone vale 8 y Brooklyn Flyer 5.
Precios Nathan's: 4 dólares cada perrito
Como llegar a Coney Island desde Manhattan: Líneas de metro B,D,F o N hacia Stillwell-Coney Island, bajando en la última parada.
No sé muy bien por qué (será por el frío que hace en la calle, que los grajos han hecho galerías subterráneas para volar, ahí es nada) me apetecía hablaros de la playa de Nueva York.
Cualquier persona guay neoyorkina consideraría la playa a los Hamptons, que están en Long Island a algo más de 2 horas en coche de la City. Para alguien de la alta sociedad (o wannabe), Hamptons es igual a vacaciones de verano o fines de semana. Yo conocí a personas con casa allí e incluso creo, después de haberlo pensado, que la "fiesta en la playa" a la que me invitaron era allí. Pero la imagen de los Hamptons que tengo, creada por la tele (Y con tele incluyo Gossip Girl y Sexo en NY) no es mi idea de lugar perfecto, que tengo 23 años y no he pisado Puerto Banús, ni ganas.
En todo caso, para lugar de veraneo con pasta, Cape Cod en Massachusets... pero eso ya quedará para otra visita.
Así que lo que hoy toca es Coney Island.
A menos de una hora desde el centro de Manhattan encontramos lo que ahora es una península, y antes una isla, Coney Island, en Brooklyn, con su Luna Park. Como nos cuenta Nube en su entrada (leedla, que está muy interesante y voy a ahorrarme esa parte de la historia), en su día fue un lugar de ocio en auge para la clase media y ahora es un parque de atracciones venido a menos pero que mantiene su gracia a pesar de todo.
La atracción estrella del parque es Cyclone. Una montaña rusa construída en 1927, que pese a lo que su edad puede indicar, no es para nada tranquila...vaya, que a mí me pareció bastante brutal (por algo venden las camisetas de "Yo sobreviví a Cyclone" Normal, porque yo pensé que me partía el cuello) Durante el minuto y medio que dura llega a ir a 97 kilómetros por hora, tiene 6 giros de 180 grados y bajadas de 60 grados.
Si os gustan las montañas rusas, merece la pena subirse en esta, que es mítica y tiene un diseño que ha sido copiado por parques de atracciones de todo el mundo.
Otra atracción que mola es Brooklyn Flyer. No sé qué nombre recibe este tipo de estructura pero os dejo una foto a la derecha. Se eleva a 30 metros y desde ahí arriba te deja ver mientras gira los alrededores en Brooklyn y también Manhattan, desde otro punto de vista totalmente distinto a las postales.
Luna Park es mucho más que Dreamland, el parque de atracciones. Hay barracas de feria de todo tipo (Dato curioso-frikie: es donde se supone que el protagonista de Big le pide al mago Zoltar ser mayor. Dónde debería estar había una máquina de Pepsi, aunque he leído que han puesto una maquina similar...para llamar a turistas despistados, supongo)
Quizá hayáis oído hablar del concurso de comer perritos calientes. Se celebra aquí, organizado por el restaurante Nathan's, cada 4 de Julio desde 1916. Es toda una institución (al fin y al cabo, reparten 40.000 dólares en premios) A la izquierda podéis ver el cartel de la cuenta atrás hasta el próximo concurso y el nombre de los flamantes ganadores, que comieron esa cantidad en 1o minutos (si vais a estar en Nueva York el día 4 de Julio no os hagáis ilusiones, ya que para participar en la final es necesario haberse clasificado en las fases previas locales)
Como os podéis imaginar, Nathan's es uno de esos sitios de visita casi obligada (Al fin y al cabo, al señor Nathan Hardwerker, inmigrante polaco, le debemos agradecer, o lo que sea, la moda de los carritos de perritos calientes por Nueva York), y este local, el primero, guarda el encanto de su historia.
Aquí es donde vi las famosas patatas fritas de 1000 calorías (a palo seco, el ketchup a parte), así que por atractivas que resultaban las cheese fries y la fama que tienen, no me atreví con ellas. Los perritos están buenos, desde mi punto de vista de no especialista en este tipo de comida (en la foto, con Sauerkrat y cebolla a la plancha, que eran los toppings incluídos en el precio. Hay botes de ketchup y mostaza por el local pero el queso, chilie y demás se pagan a parte)
Por si os apetece volver con un souvenir distinto, las salchichas se venden en algunos supermercados (yo los ví en los de la cadena WestSide Market)
Y también está la playa, con su paseo marítimo.
Si los Hamptons eran para los ricos, Coney Island es el sitio de la gente normal que quiere pasar un día en la playa. Fui en fin de semana y estaba hasta arriba...no había sitio para tumbarse hasta muchos metros lejos de la playa y el paseo marítimo era un hervidero de gente latina bailando. Hay puestos de helados, tacos... y una de las mayores cerdadas que probablemente comeré en mi vida: Fried Oreos (sí sí, como suena, Oreos fritas)
Que queréis, tenía que probarlas. Solo comí dos, porque después de lo de las patatas no estaba para juergas calóricas, pero estaban ricas. Muy ricas. Son como buñuelos, pero con una oreo dentro. Están blanditas, con el interior casi derretido.
Por cierto, aunque sea una zona llena de vida, esto solo pasa en verano. En invierno está más bien muerto, y aunque no niego que seguramente sea curiosa la visita, es mejor tenerlo en mente para no llevarse una desilusión al encontrar un parquecillo fantasma.
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INFORMACIÓN ÚTIL SOBRE CONEY ISLAND
Precios: las atracciones en Dreamland funcionan por créditos. Un crédito vale un dolar y se pueden comprar bonos con créditos gratis. Depende del grado de "gritos" de la atracción costará más o menos. Cyclone vale 8 y Brooklyn Flyer 5.
Precios Nathan's: 4 dólares cada perrito
Como llegar a Coney Island desde Manhattan: Líneas de metro B,D,F o N hacia Stillwell-Coney Island, bajando en la última parada.
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