He empezado las prácticas esta semana (por fin, ya necesitaba el hospital) y acabo de recordar que al final no os conté en qué consistía mi rutina diaria en el hospital en Nueva York así que voy a hacerlo comparando ambos sistemas porque me parece lo más interesante.
En España, como casi todo el mundo sabe, el estudiante de Medicina básicamente se dedica a ver, oír y callar. Estando en una rotación quirúrgica, puede que tengas suerte y te laves, en una médica, quizá explores a un paciente pero quien lleva la voz cantante es el tutor, entre otras cosas porque los estudiantes en España no estamos cubiertos por un seguro de responsabilidad civil así que cualquier procedimiento invasivo que realizásemos, de salir mal, complicaría la vida al tutor (ya que por Ley no estamos permitidos a hacerlo).
En Nueva York roté como cualquier estudiante americano. Sé que esto era así porque durante mis últimas tres semanas compartí rotación con estudiantes americanos de tercer año, que ya habían empezado el curso y teníamos los mismos deberes y posibilidades.
Estuve en un servicio quirúrgico, transplante concretamente, así que básicamente nos encargábamos de las operaciones, de la valoración preoperatoria y del seguimiento postoperatorio, así a grandes rasgos. Así que en las cirugías siempre se lavaba un estudiante y se ensuciaba las manos (vamos, que algo te dejaban meter la zarpa siempre). Fuera, el estudiante era uno más del equipo y pasaba planta junto con los adjuntos, residentes, fellows, farmaceútica, nutricionista y demás. Las visitas a lo largo del día a veces también las hacíamos nosotros solos, y colaborábamos en las curas especiales, de las que se encargaban normalmente los residentes.
A parte, me dedicaba a ser traductora a tiempo parcial, pero eso ya es otra historia...
Probablemente, lo más llamativo, a parte de que allí se espera del estudiante mucha iniciativa, es que te sientes mucho más dentro del seguimiento y tratamiento del paciente.
Por otra parte, y aunque siempre que me lo han dicho no me he cansado de repetir que la realidad se parece a Anatomía de Grey tanto como un huevo a una castaña, se nota en el ambiente muchísima más competencia y es que allí a la residencia se accede por méritos que como es normal, se ganan durante la carrera. Así que, en lugar de hacerte sentir que sobras, como ocurre en España a menudo, se valora muy positivamente ese interés invitándote a casos a horas intempestivas, por ejemplo.
Además, al no tener clases a partir de tercero de carrera, el aprendizaje se realiza por su cuenta y en el hospital, así que se valora muchísimo haber participado, por ejemplo, en una gran variedad de cirugías para aprender en condiciones los procedimientos (y no de oídas como en la mayoría de casos nos pasa aquí...).
** ACTUALIZACIÓN: porque me acordé de algo que puede pareceros una chorrada, pero no lo es. Los estudiantes en prácticas en Estados Unidos tienen contraseña y nombre de usuario para acceder al sistema informático que controla historias, pruebas y demás...No solo pueden consultar, si no que pueden pedir pruebas.
martes, 11 de octubre de 2011
jueves, 6 de octubre de 2011
You can't connect the dots looking forward
Llevo ya casi un mes de clases de quinto (3 largas, largas semanas en realidad)
Quinto, ese curso antes del abismo. Ese que te permite algo de margen para el fallo, para el ensayo error.
Yo estoy animada. Nueva York y sus infinitas horas de hospital, ha hecho que me reconcilie con esa parte de odio de mi relación de amor y odio con la Medicina. Traumatología (y reuma), Endocrino, Toxicología, infecciosas, Nefrología (y uro), Neurología (y neurocirugía), Psiquiatría, Derma y Oncología (clínica, RT y cuidados paliativos)
No suena mal. Vale, unas suenan mejor que otras pero son Medicina.
Y es que cada día que pasa lo veo todo menos claro. Tengo la impresión de que voy dando palos de ciego y no dirijo mi vida hacia nada claro. Tan pronto me enamoro de una especialidad o de un futuro, como la repelo. Y no tardarán en empezar a acecharme las academias MIR, cuando no sé ni si eso es lo que quiero hacer.
Hoy, cuando me he despertado antes de tiempo el primer mensaje que mi cabeza ha retenido es Steve Jobs ha muerto. Y automáticamente me he preparado un café, me he sentado delante del ordenador y he visto el discurso.
Y ahí estaba, claro como el agua: You can only connect them looking backwards. You have to trust that the dots will somehow conect in your future.
Y de alguna forma, lo harán...y cada hora dedicada a curiosear esto o aquello habrá tenido su sentido.
Quinto, ese curso antes del abismo. Ese que te permite algo de margen para el fallo, para el ensayo error.
Yo estoy animada. Nueva York y sus infinitas horas de hospital, ha hecho que me reconcilie con esa parte de odio de mi relación de amor y odio con la Medicina. Traumatología (y reuma), Endocrino, Toxicología, infecciosas, Nefrología (y uro), Neurología (y neurocirugía), Psiquiatría, Derma y Oncología (clínica, RT y cuidados paliativos)
No suena mal. Vale, unas suenan mejor que otras pero son Medicina.
Y es que cada día que pasa lo veo todo menos claro. Tengo la impresión de que voy dando palos de ciego y no dirijo mi vida hacia nada claro. Tan pronto me enamoro de una especialidad o de un futuro, como la repelo. Y no tardarán en empezar a acecharme las academias MIR, cuando no sé ni si eso es lo que quiero hacer.
Hoy, cuando me he despertado antes de tiempo el primer mensaje que mi cabeza ha retenido es Steve Jobs ha muerto. Y automáticamente me he preparado un café, me he sentado delante del ordenador y he visto el discurso.
Y ahí estaba, claro como el agua: You can only connect them looking backwards. You have to trust that the dots will somehow conect in your future.
Y de alguna forma, lo harán...y cada hora dedicada a curiosear esto o aquello habrá tenido su sentido.
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