El último post de
Nube me ha recordado que estaré a tope con los exámenes, pero también tengo pendiente contaros cosas de mi maleta azul y la que tocaba era una excursión, siguiendo el último post:
Philadelphia (Nube! espero que no creas que te plagio, tú lo cuentas con gracia, yo soy una cansina que suelta mil datos xD)
Llegué a la estación de trenes, en la calle 30th, que es una de las cosas buenas que tiene ir con Bolt bus a Philadelphia desde Nueva York, porque está muy bien comunicada. Desde allí, tomando la línea azul no se tarda apenas nada en llegar al caso histórico (en la calle5).
El metro de Philadelphia es raro. No compras un billete, si no un token. La máquina te da una ficha y con esa ficha accedes al suburbano. Sí, realmente es lo mismo que si fuera un billete, pero los tokens siempre han molado.
Junto al Ayuntamiento está la Logia
Bueno, como os decía, llegamos al centro histórico en nada de tiempo. En no muchos metros hay un auténtico museo de la historia de Estados Unidos, todo juntico.
- El museo de la Campana de la Libertad (sí, la que Barney de HIMYM chupa).
- El Carpenters Hall, el que aparece en los billetes: allí, por poco más de un dólar puedes asistir a una charla sobre la historia de Estados Unidos. Para alguien como yo que (admito) no tiene mucha idea, fue lo más parecido a estar dentro de un capítulo de los Simpson sobre Jebediah Springfield que os podéis imaginar (o no os lo parece por esa foto??) Para quien sepa inglés es interesante, pero si no se tiene buen manejo resulta muy complicado, porque los vountarios hablan rápido (mi sensación fue que el turismo mayoritario de la ciudad es interno y patriótico). La sala donde se reunían los colonos se conserva, dicen, como en aquella época (que luego lo piensas y tampoco es que sea algo tan lejano...). Hay una copia de la Declaración de la Independencia, cuyo borrador se presentó en uno de los congresos que los padres fundadores hacían allí... pero si se firmó allí (o incluso si fue un 4 de Julio) es algo que no tienen claro ni ellos mismos.
- Casa del Presidente: como lo anterior, está dentro del centro de interpretación histórico (junto a la sala de la Campana de la Libertad). Está dedicada a la paradoja de que se creyeran (ejem, fuera, respecto a Inglaterra) un país libre, y en cambio, el mismo presidente tuviera a su servicio varios esclavos.
Ya fuera de ese recinto pero cerca, también hay cosillas históricas interesantes:
- Casa de Betsy Ross: Betsy fue la diseñadora de la primera bandera de Estados Unidos, con sus barras rojas y blancas y 13 estrellas de 5 puntas (una por cada colonia) como la que veis en la foto. En esto también hay controversia y hay quien dice que la diseñeran Washington y otros señores pero qué queréis? me parece más creíble que lo hiciera una costurera...
- Casa de Benjamin Franklin: en realidad no es la casa, si no lo que llaman estructura fantasma, es decir, una réplica en la que solo se mantienen las estructuras que se dibujarían en un plano en 3 dimensiones. En el suelo de las distintas habitaciones hay plaquitas que las identifican y dan información sobre la vida en esa época. También se puede atravesar el túnel que Franklin recorría cada día para ir a trabajar a la oficina de Correos. El bueno de Ben no fue presidente, si no uno de los fundadores de Estados Unidos y nos dio la frase Beer is living proof that God love us and wants us to be happy. En el centro de interpretación lo recuedan con tazas, jarras y camisetas. Por cierto, se puede reservar un desayuno con Benjamin Franklin (están locos estos usamericanos...lo sé. Pero como véis en todo el post, es un poco el rollo de esta parte de la ciudad, mucho patriotismo)
- Christ church y su cementerio: De piedra rojiza, como toda la zona histórica histórica, era la iglesia a la que iba la gente guay en la época de la Independencia. Allí está enterrado Franklin y durante mucho tiempo era tradición ir a mostrarle respeto a la tumba, dejando un penique, porque fue él quien dijo A penny saved is a penny earned.
Después de tanta historia, tocó rehidratarse y comer algo, un Philly CheeseSteak Sanwich, que viene siendo un pepito de ternera. Aprovechando que he abierto un blog de recetas, ya os contaré esta (que tampoco tiene mucha ciencia)
Después nos acercamos a la zona del City Hall (ayuntamiento), que es más reciente.
Allí está la Logia Masónica del estado de Pensilvania. No es porque a mí los canteros (perdón, masones) siempre me hayan llamado la atención, pero es que el edificio (del cual en la foto solo se ve una pequeña parte) impresiona. Se puede visitar, así que aquí os dejo las horas de los tours guiados.
Detrás hay una plaza genial. En realidad la idea es muy simple, pero a mí me encantó. Parece la sala de juegos de un niño gigante. Piezas de ajedrez, dominó, Monopoly...tiradas aleatoriamente. Lo último que vi antes de salir pitando hacia la estación fue Logan Square, una plaza-parque escondido estre rascacielos, con una fuente llena de gente bañándose (y es que el calor de agosto apretaba) y una de las famosas estatuas de LOVE, que podéis ver aquí con el Ayuntamiento al fondo.
Nos os voy a engañar... yo a Philadelphia fui porque me quedaba a mitad de camino hasta la capital y así no me pegaba el palizón en el autobús, pero teniendo tiempo (y manteniendo presentes algunas peculiaridades), merece la pena visitarla. Lo que os cuento es lo más representativo, pero no está de más dar un paseo por el Old Town aprovechando que es una ciudad asequible y ver la casa de Allan Poe o las construcciones coloniales de ladrillo rojo que todavía quedan en pie.
Además, en el College of Phisicians de Philadelphia está el Mütter Museum, un museo de modelos de cera, especímenes de anatomía patológica, material quirúrgico/médico histórico y rarezas varias (como un colon humano con 40 libras de heces, que son como 18 kilos) que a mí me quedó pendiente para otra visita.