Hoy es el día mundial de la salud mental. No de la enfermedad mental o de los enfermos mentales…de la salud. Porque la salud es un continuo. Uno no está enfermo o sano de forma radical y diferenciada. Esa línea imaginaria que dividía locos de cuerdos (que se situaba en las paredes del manicomio, más o menos) ya no existe. Por suerte. Aunque la patología psiquiátrica sigue estando en lo oscuro. Asusta, muchas veces por lo desconocido. Uno tiene fiebre, lo comprueba con un termómetro y puede bajar la fiebre con paracetamol. En la mayoría de los casos hasta podemos saber de dónde exactamente viene la fiebre. Pero si alguien está deprimido…ahí es más difícil medir, curar. Y no hablemos de buscar el origen.
Somos bastante cuadrados. Y lo que no es sota, caballo y rey desconcierta un poco. Y si desconcierta, asusta.
Somos bastante cuadrados. Y lo que no es sota, caballo y rey desconcierta un poco. Y si desconcierta, asusta.
Precisamente en la depresión, porque se calcula que afecta a 350 millones de personas (aunque del sobre o infra diagnóstico de la depresión ya hablaremos en otra ocasión…) se ha decidido centrar la atención este año. Y el corto me ha parecio genial:
There's no shame in doing so (looking for help). The only shame is missing out of life
(¿Tanto tiempo sin publicar y vuelvo con un día de, con lo que a mí me la soplan los "días de"? Supongo que era una buena ocasión como otra cualquiera)
(¿Tanto tiempo sin publicar y vuelvo con un día de, con lo que a mí me la soplan los "días de"? Supongo que era una buena ocasión como otra cualquiera)